1 octubre 2007
Es innegable que cuando llega el otoño todo se transforma. Incluso la misma luz no se escapa al paso de las estaciones y el diseño escandinavo, que sabe mucho de estas cosas, ha querido atraparla para llevarla a nuestras casas.
De manos de la diseñadora noruega Catherine Kullberg nos llegan unas otoñales lámparas hechas a mano a partir de una fina lámina de abedul.
Una cálida luz se escapa de entre las siluetas de los árboles y aves delicadamente trabajadas sobre la pantalla. Disponibles en dos modelos: de techo o de mesa. Una manera sútil de traer la luz de los bosques a nuestros rincones favoritos.
VÃa: Design*Sponge